El cielo bajo mis pies, el suelo es mi techo.

De nuevo tengo esta perspectiva tan... desoladora. No estoy mal, no me siento mal. Es cierto que estoy un poco agitado por dentro, pero bueno. No soy capaz de entender el valor de las cosas. Como dije en una entrada anterior perder la vista del mundo es horrible, darte cuenta de lo relativo que es todo te lleva a pensar cosas muy raras. Pienso en la historia, en toda esa gente que ha vivido y que ha contribuido a... ¿a qué? No lo se. Aparentemente la humanidad no va ningún lado, no somos más duraderos que un suspiro. Con ese punto de vista, dándome cuenta del valor de la vida... ¿cómo demonios puedo tomarme nada en serio?