20120312

Café, música y Sol.

A veces creo ser feliz por cualquier chorrada. El simple hecho de estar tranquilo en mi mesa bebiendo café y escuchando música me encanta. La brisa entra por la ventana y trae un olor fresco y dulce. Realmente me gustan estos momentos, quizás por eso, por que son momentos y no volverán jamás. Son remansos de paz en medio del día. Si fueran instantes eternos y pudiera disfrutarlos para siempre no me gustarían tanto, acabaría casi con toda seguridad harto, muy harto. Es mi pequeño mundo donde tengo mi pequeña rutina. Es como un bunker, no me gusta estar con gente en mi cuarto, un espacio sagrado solo compartido a veces y no por mucho tiempo. Mantenerme aislado me gusta, al fin y al cabo un contacto prolongado acaba por fastidiar las relaciones con mi familia. Hoy cuando he ido al salón habían cambiado los muebles de ubicación y ni si quiera me enteré. He llegado a estar un par de meses sin pisar el cuarto de estar, de la habitación la cocina y el servicio no pisaba otra área de la casa.

En cierto modo es un refugio y, a la vez, una cárcel. O al menos así me siento a veces. Por un lado me gusta mucho mi universo en miniatura pero por otro lado me gustaría que alguien me sacara y me hiciera dar un cambio. No estoy muy dispuesto la verdad, el primer obstáculo en mi huida soy yo mismo. Pero en cierto modo me siento aprisionado, es mi seguridad pero también mi miedo. Un buen paralelismo sería una armadura, una que no te puedas quitar. Te protegería de numerosas cosas pero tampoco podrías salir de ella, te protege pero te limita a la vez. Así siento mi prisión, es agradable y acogedora, tiene cosas buenas, pero si sigo aquí siento que me perderé muchas cosas. En fin esto me trae una canción a la cabeza.
http://www.youtube.com/watch?v=ihCxEx7GJBU

Y también dejaré la canción que estoy escuchando ahora miso, un tema épico del antiguo Helloween:
http://www.youtube.com/watch?v=ZUzpf3mMsxA

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